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Niña de 6 años salva la vida gracias a sus células madre

Niña de 6 años salva la vida gracias a sus células madre

El pasado mes de diciembre tuvo lugar en el Hospital Niño Jesús de Madrid un trasplante de células madre procedentes del cordón umbilical como tratamiento contra el cáncer de una niña. Esta sangre estuvo conservada desde su nacimiento hasta días antes de la intervención en un banco privado.

El trasplante se realizó a una niña de seis años que empezó a desarrollar la enfermedad un año antes, aquejada de un neuroblastoma, es decir, un tumor maligno formado por células nerviosas embrionarias. Los médicos intentaron frenarlo mediante medicación, pero no funcionó. Posteriormente llevaron a cabo un ensayo clínico con un fármaco experimental, pero tampoco fue eficaz porque el tumor ya estaba infiltrado en su médula. Por ello, la única opción terapéutica posible era utilizar la muestra guardada de sus células del cordón umbilical en un banco privado.

En enero, la menor fue dada de alta y poco a poco recupera los niveles normales de la sangre.

El doctor Jaime Pérez de Oteyza, hematólogo experto en trasplantes, explica que “la ventaja del trasplante propio de células madre radica en la disminución del riesgo de rechazo por parte del sistema inmune del paciente, que reconoce las células madre”. Además, al tratarse de que el receptor y el donante son el mismo, el tiempo de espera para el trasplante se reduce, pues las células ya están guardadas y listas para la intervención “el tiempo es únicamente lo que tarde el trámite y el transporte: prácticamente cosa inmediata”, afirma el médico.

La eficacia del tratamiento radica en que la sangre de cordón umbilical contiene un número extraordinariamente grande de células madre jóvenes, que permiten la renovación de las células sanguíneas.

La conservación en en el banco privado de las células madre de cordón umbilical permitió que la paciente pudiera recibir una dosis elevada de quimioterapia/radioterapia, ya que gracias al trasplante de células podría recuperar las células sanas perdidas en el tratamiento. Tras el trasplante, las células madre migran hasta la médula ósea, donde se multiplican y generan glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas, iniciando así la regeneración de su sistema sanguíneo.