Las células mesenquimales del tejido de cordón ayudan a adolescente con autismo y parálisis cerebral
Colt nació a las 24 semanas de gestación pesando menos de un kg, tuvo que pasar cuatro meses en cuidados intensivos neonatales y presento diferentes complicaciones. Fue diagnosticado con parálisis cerebral y trastorno de espectro autista, pero puede caminar. A pesar del diagnóstico Colt puede hablar, caminar y hacer otras tareas sin asistencia. Sin embargo, sus papás han estado en la continua búsqueda de opciones para ayudarlo a mejorar.
Sus padres almacenaron las células de la sangre de cordón de su hermano cuatro años menor, y contactaron a la Universidad de Duke para inscribirlo en uno de sus ensayos clínicos pero no fue candidato por su edad. Poco tiempo después su madre Nicole encontró otra opción en el Panama Stem Cell Institute que cuenta con un protocolo en el que utilizan células mesenquimales del tejido del cordón umbilical para tratar a pacientes con autismo.
Colt recibió una infusión intravenosa en noviembre del 2018 y otro más en enero del 2020. Su madre Nicole ha estado registrando su recorrido desde el 2018 y comparte en su blog su experiencia con el tratamiento y los cambios que han notado en Colt.
Nicole comparte que Colt tuvo una mejora importante en su vocabulario expresivo y receptivo y también mejoró su balance. Además notablemente han observado que es mas tolerante a estimulos sensoriales que antes lo alteraban.
Colt fue tratado con células a los 11 y 12 años y su progreso ilustra la posibilidad de que un tratamiento con células mesenquimales pudiera generar un beneficio en adolescentes.
Esta historia fue publicada en https://parentsguidecordblood.org/en/news/7th-child-provides-cord-blood-save-older-sibling en febrero del 2021 y complementada con información del blog de Nicole http://asearchformiracles.blogspot.com/
* Las historias compartidas son de tratamientos experimentales realizados en instituciones no afiliadas a Banco de Cordón Umbilical. Las respuestas a los tratamientos con células madre pueden variar y no es posible establecer la eficacia y seguridad del tratamiento mediante un testimonio. Los ensayos clínicos controlados, ciegos y aleatorizados permiten obtener la información estadística que permita determinar la seguridad y eficacia de un tratamiento para su aprobación.